LA OCUPACION DE BOBADILLA: 14 DE AGOSTO DE 1,936
Por Miguel Ángel Melero Vargas
La ocupación de Antequera y su inmediato proceso de “normalización” marcaba muy a las claras la intención del Mando sublevado de no demorar en exceso la misión encomendada: el enlace con tierras Granadinas.
De ello es consciente le mando republicano, que a pesar de las lógicas dudas sobre un hipotético avance sobre la capital malagueña, sigue apostando sobre Archidona y Loja como objetivos inminentes de los sublevados, como así lo demuestra las comunicaciones telegráficas en las que se solicita información urgente de la situación de las tropas y se instan a evitar por encima de todo la caída de Loja en manos enemigas:
[Telegrama de la Comandancia Militar de Cartagena a la de Málaga, 13 de agosto de 1.936]
“Urgente, ruego manifieste datos concretos sobre [la] marcha [de] la columna desde Antequera a Granada. ¿Salio de Antequera? ¿Sigue en Antequera toda o en parte? ¿Siguen las organizaciones de Málaga en Loja y Alhama? Ruégole de no Haber llegado [la] columna a Loja, se evite su acceso por todos los medios posibles, atrincherándose fuertemente con voladuras necesarias”.
Efectivamente la marcha sobre Archidona y Loja supone para Varela una operación inminente, a la que se une desde las ultimas horas del día 13 la preparación del ataque sobre Bobadilla; una operación auxiliar sobre un objetivo que a priori no entraba dentro del plan de ocupación de la Columna Varela, pero cuya conquista parecía ahora resultar vital, de cara a las actuaciones militares inmediatas.
Probablemente el motivo de este que podríamos definir como desvío momentáneo, se debiera entre otras cosas a la necesidad de someter un núcleo dominado por el enemigo, pero peligrosamente cercano a la zona ya ocupada. Pero es sin duda la importancia de Bobadilla y su estación de tren como importante nudo ferroviario, la que convertía la ocupación de la misma en un objetivo prioritario, eliminando con ella cualquier amenaza de ataque por tierra desde Málaga o la comarcas de Guadalteba, Campillos o Ronda.
El caso es que, tras el previo reconocimiento y bombardeo de un Breguet XIX de la aviación sublevada, fuerzas al mando del Coronel Saénz de Bureaga, compuestas por dos camiones blindados, un Tabor de Regulares de Ceuta, una batería de 70 mm de montaña, una compañía de Zapadores, un escuadrón de Regulares de Ceuta Pie a Tierra, una compañía de infantería de Granada nº6 y una sección con dos maquinas de Caballería a pie, parten de Antequera a las 10:45 de la mañana del 14 de agosto, con dirección a Bobadilla Pueblo y Bobadilla Estación, ocupando ambas sin resistencia y replegándose las fuerzas republicanas que la defendían, que partirían en dos trenes la zona situada entre Gobantes y Valle de Abdalajis, uniéndose a carabineros, guardia civiles y milicias de Malaga y conformando un grueso de unos cuatro mil hombres.
Tras la ocupación de este núcleo Antequerano , se dejaría en le mismos una guarnición compuesta por una compañía de fusiles y dos ametralladoras de Caballería (aproximadamente ciento treinta hombres) mientras la Compañía de Ingenieros procedió a la voladura de las vías férreas de Malaga y Ronda, requisando gran cantidad de municiones, víveres y material sanitario.
Buena parte de estos participarían en operaciones que la columna Varela efectué para la ocupación de Loja, el 18 de agosto, así como dirección a Málaga, concentrados en la Fuente del Cuchillo y en torno al cortijo de Las Lagunillas.
Antes sin embargo, a las tres de la tarde las fuerzas de ocupación de Bobadilla (a excepción de las que quedaron como guarnición) regresaban a Antequera, concluyendo el día 14 con la culminación de una conquista de enorme valor estratégico, así como con la respuesta de la Aviación republicana, que volvía a atacar Antequera a través de un bombardeo de unos treinta minutos, y que no tuvo consecuencias materiales ni personales.
Autor.
Miguel Ángel Melero Vargas.
Publicado en la Crónica el sábado dia 4 de Diciembre 2010.